En el inicio de este capítulo, el autor nos cuenta que él de pequeño dibujó una serpiente boa que se había tragado un elefante, sin embargo cuando le preguntaba a los adultos, le decían que su dibujo era un sombrero. Mi reflexión personal acerca de este capítulo es que no existe una sola manera de ver las cosas,y esto va perdiéndose al trascender de niño a adulto, sobre todo por la falta de imaginación y creatividad que los adultos tenemos y la necesidad de querer encajar en la "normalidad" de las cosas, en el mundo formal y pragmático que han creado los adultos y lo que creemos es o no es correcto según nosotros, de manera inequívoca. Me parece que el verdadero problema es cuando permitimos que todas estas cuestiones influyan en nuestra vida al cambiar lo que nos apasiona por lo que podría ser más conveniente para nosotros, en el caso de la obra el autor soñaba con ser pintor, pero por las ideas de adultos de su "escaso talento" en la pintura y por pensar que debía hacer algo relacionado con el cálculo, la política,etc, y es por esto que abandona su primer sueño para convertirse después en piloto. Es en este momento que nos damos cuenta de que el narrador, es decir el piloto, es Saint Exupéry, quien fue un aviador en los días en que la aviación poseía pocos instrumentos y volar era una tarea extremadamente difícil y peligrosa, uno de los pioneros de los vuelos postales internacionales y piloto durante la Segunda Guerra Mundial. Sus experiencias como piloto fueron a menudo su fuente de inspiración como escritor.
domingo, 31 de enero de 2016
sábado, 30 de enero de 2016
Diario de Lectura por capítulos
Dedicatoria
Una de las cosas que captó mi atención inmediatamente fue, porqué la dedicatoria no está dirigida a los niños, sino a un adulto: León Werth, pero, ¿Quién es este personaje?; León Werth nació en Remiremont en 1878 y murió en París en 1955, fue fue un novelista, ensayista, crítico de arte y periodista francés. Pero otros calificativos pueden servir mejor para comprender su vida y obra: libertario, antimilitarista, poeta y observador, pero sobre todo, mejor amigo de Saint Exupéry, pese a no tener mucho en común, Werth era 22 años mayor que Saint Exupéry, era anarquista, su padre era judío y partidario de los bolcheviques.
ahora bien, cabe destacar que Saint Exupéry, escribe esta dedicatoria en 1942, cuando Francia se encontraba absolutamente bajo el yugo opresor del nazismo y sucede que Leon Werth, a quien se le dedica el libro, era judío, por lo que, al igual que el resto de sus correligionarios, estaba siendo víctima de persecuciones y torturas. es por esto que se refiera a Werth como "una persona que tiene hambre y frío, y necesita ser consolada".
Particularmente me encanta que Saint Exupéry dice que todos alguna vez fuimos niños, pero no lo recordamos tan a menudo, y esto me hace pensar que disfrutaríamos mucho más la vida si evocáramos a ese niño interior que todos tenemos.
El Principito
El Principito, es la más famosa novela escrita por el aviador y escritor Antoine de Saint-Exupéry. Fue publicada por primera vez el 6 de abril de 1943, cuando vivía exiliado en Estados Unidos tras la caída de Francia durante la Segunda Guerra Mundial. Es un cuento infantil que desde su apariencia sencilla ha llegado a considerarse una obra universal, siendo traducida a 160 lenguas y dialectos, llegando a convertirse en uno de los mayores éxitos de ventas de todos los tiempos, es el libro francés más vendido del mundo.
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